¿QUÉ ES LA FE? LA FE ABARCA LA VERDAD, EL CORAJE, LA SABIDURÍA Y LA BUENA FORTUNA. INCLUYE LA COMPASIÓN Y LA HUMANIDAD, ASÍ COMO LA PAZ, LA CULTURA Y LA FELICIDAD. LA FE ES ESPERANZA ETERNA; ES EL SECRETO PARA EL AUTO-DESARROLLO SIN LÍMITES. LA FE ES EL PRINCIPIO BÁSICO DE CRECIMIENTO. (LAS DISCUSIONES SOBRE LA JUVENTUD, VOLUMEN 2, PÁGINAS 163/64).

¿QUÉ ES EL BUDISMO? ES EL NOMBRE DADO A LAS ENSEÑANZAS DE UN BUDA. "BUDA" SIGNIFICA "EL ILUMINADO”; ALGUIEN QUE PERCIBE LA ESENCIA O REALIDAD DE LA VIDA EN SU INTERIOR, ES UN SER ILUMINADO A LA VERDAD DE LA VIDA Y DEL UNIVERSO. A DIFERENCIA DE OTRAS RELIGIONES, EL BUDISMO NO ALEGA UNA REVELACIÓN DIVINA. COMIENZA CON UN HOMBRE, QUE A TRAVÉS DE SUS PROPIOS ESFUERZOS Y PERSEVERANCIA, DESCUBRIÓ LA REALIDAD DENTRO DE SÍ Y ENSEÑÓ QUE TODOS PODÍAN HACER LO MISMO. EL BUDA NO PUEDE SER DEFINIDO, COMO UN SER TRASCENDENTAL O SUPREMO. EN ESTE SENTIDO, EL BUDISMO, NO SOLO ES LA ENSEÑANZA DE UN BUDA, SINO LA ENSEÑANZA QUE POSIBILITA A TODAS LAS PERSONAS REVELAR SU NATURALEZA DE BUDA. EL BUDISMO ES UN SISTEMA PRÁCTICO DE ENSEÑANZA QUE NOS PERMITE CONCRETAR EL ESTADO IDEAL DE LA BUDEIDAD… LA PROPIA PERFECCIÓN.

¿QUE ES EL KOSEN-RUFU? “ES LA LUCHA PARA TRANSFORMAR LA VIDA DE LOS SERES HUMANOS, REVIRTIENDO LA OSCURIDAD QUE RESIDE EN EL INTERIOR DE SU VIDA, HACIENDOLO TOMAR CONCIENCIA DE SU NATURALEZA DE BUDA INHERENTE". LA ESENCIA DE “ESTABLECER LA ENSEÑANZA CORRECTA PARA ASEGURAR LA PAZ EN LA TIERRA” ESCRITO POR NICHIREN DAISHONIN, RADICA EN CONSTRUIR UNA RED DE PERSONAS DEDICADAS AL BIEN. PERO COMO ESTA CONTIENDA IMPLICA TRANSFORMAR DE RAÍZ LA VIDA DE LAS PERSONAS PROVOCARA RESISTENCIA EN CIERTOS SECTORES… ESTA GRAN BATALLA ES LA CLAVE PARA CREAR UN MUNDO DE PAZ Y DE FELICIDAD VERDADERAS, UNA TIERRA DE BUDAS.

YIGUIO Y KETA. PRÁCTICA PARA UNO MISMO Y PRÁCTICA PARA LOS DEMÁS. ESTOS ASPECTOS DEL BUDISMO VERDADERO SON: YIGUIO (PRÁCTICA PARA UNO MISMO) Y KETA (PRÁCTICA POR EL BIEN DE OTROS). AMBOS CONSTITUYEN UNA PRÁCTICA COMPLETA. SON COMO DOS RUEDAS QUE FUNCIONAN AL UNÍSONO PARA ADELANTAR NUESTRAS VIDAS, PARA MANIFESTAR NUESTRA ILUMINACIÓN INHERENTE.

¿QUE ES LA SOKA GAKKAI INTERNACIONAL (SGI)?...ES UNA ORGANIZACIÓN BASADA EN EL BUDISMO DE NICHIREN DAISHONIN, INSPIRADA EN EL RESPETO A LA VIDA, LA CONCIENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS, BUSCANDO DESPERTAR EN LAS PERSONAS EL ESPÍRITU DE RECONOCER, RESPETAR Y APRECIAR LAS SEMEJANZAS Y LAS DIFERENCIAS, PERMITIENDOLES FORTALECERSE Y TRANSFORMAR SU INTERIOR PARA DESARROLLAR SU MÁXIMO POTENCIAL, ASUMIENDO LA RESPONSABILIDAD DE SU PROPIA VIDA Y COMPROMETIENDOSE CON LA SOCIEDAD, EMPRENDER ACTIVIDADES EN SU VIDA COTIDIANA, PARA DESPLEGAR LA CAPACIDAD DE VIVIR CON CONFIANZA, CREANDO VALOR EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA Y CONTRIBUYENDO AL BIENESTAR DE AMIGOS, FAMILIARES Y SU COMUNIDAD…

…UNA DE LAS DIFICULTADES QUE LOS LATINOS TIENEN PARA COMPRENDER EL BUDISMO, radica en lo que el término "religión" significa en su ámbito social… Las religiones occidentales tienen sistemas jerárquicos en los que las reglas y los dogmas se establecen desde arriba hacia abajo… Ellas están basadas en la creencia de una deidad sobrenatural… La relación entre el maestro y el discípulo es interpretada como la de una persona que ciegamente, sigue a otra… VER MAS…

EL ESFUERZO DE NO RENDIRSE JAMAS. Vivimos una vida fragmentada y llena de conflictos. Estamos divididos en centenas de grupos de seres humanos, limitados por el miedo, la vergüenza, la culpa, la ira, las obsesiones y las emociones… esta lucha interna hace que no nos podamos entender… ¿Por que pasa esto...? VER MAS…

LA RECITACION DE LOS CAPITULOS “MEDIOS HABILES” Y “DURACION DE LA VIDA”. Carta a la esposa de Hiki Daigaku Saburo Yoshimoto. Este Ghoso, nos acerca a un precepto conocido como “seguir las costumbres de la región”. El significa que, mientras no esté en juego ninguna trasgresión grave, no se debe ir contra las tradiciones y costumbres de un país, región o comunidad, aunque debamos apartarnos ligeramente de las enseñanzas. Este criterio fue establecido por el Buda... VER MAS…

LAS REUNIONES DE DIALOGO O ZADANKAI, SON UN OASIS…En la actualidad, el egoísmo desmedido, provoca profundos trastornos en el corazón humano y estamos perdiendo la coexistencia con la naturaleza; por ello estos mini cónclaves de miembros de todas las edades, razas, intereses y antecedentes, son un foro de intercambio rico y refrescante. En un mundo afectado por la "DESERTIFICACION SOCIAL", estas reuniones son un oasis, en el que los seres humanos en forma individual, se esfuerzan en concretar la paz mundial y la prosperidad de la sociedad humana. ...Como budistas, al establecer una condición de paz interior en la vida cotidiana, contribuimos con la paz del mundo, posibilitando a cada uno, desarrollar su potencial inherente... VER MAS…

MENSAJE DE LA SEÑORA KANEKO IKEDA PARA LA DIVISIÓN FEMENINA Y LA DIVISIÓN JUVENIL FEMENINA. (SPANISH, ENGLISH AND KOREAN). 2014년 이케다 가네코 SGI 여성부장 메시지.

   Quiero agradecer inmensamente a mis queridas amigas de la División Femenina y de la División Juvenil Femenina del mundo su loable trabajo en bien del kosen-rufu “día tras día, mes tras mes”.[1]
   Leo a diario las inspiradoras cartas que ustedes me envían desde cada lugar, donde me informan el estupendo avance que están imprimiendo a nuestro movimiento por el kosen-rufu.
   En cada región, junto al crecimiento impactante de nuestros sucesores de la División de Jóvenes y de la División Futuro, se destacan con brillo inusitado las actividades constantes y comprometidas de todas ustedes, las integrantes de la División Femenina y de la División Juvenil Femenina.
   Por ese motivo, mi esposo ha celebrado el trabajo de cada una declarando que esta nueva era del kosen-rufu mundial es, sobre todo, la nueva era de las mujeres Soka.
   En tal sentido, les hago llegar este mensaje como prenda de infinita gratitud por su esfuerzo de suprema nobleza.

En primer lugar, estoy feliz de informarles que mi esposo sigue gozando de buena salud y está empleando activamente cada jornada en la escritura de “La nueva revolución humana” y de otras obras, mientras vela afectuosamente por los numerosos miembros del Japón y del mundo que visitan cada día el complejo edilicio de la sede central de la Soka Gakkai en Shinanomachi.
   También está escribiendo una serie anual de artículos que le solicitó un grupo editorial de cinco periódicos regionales de Hokkaido, la isla más septentrional del Japón donde pasaron sus primeros años de juventud nuestros dos presidentes fundadores, Tsunesaburo Makiguchi y Josei Toda.
   En la primera entrega (publicada en enero de este año), narró sus recuerdos de Atsuta, aldea que visitó en 1954 junto al maestro Toda. En esa oportunidad, el señor Toda le dijo: “Más allá de este océano, se extienden grandes continentes...”. Con esas palabras, le confió a mi esposo la tarea de abrir nuevas rutas en el vasto escenario del mundo, para tender una red de paz que una a los pueblos mediante el diálogo.
   Y a pesar del paso de los años, él siempre, a cada instante, atesora en su corazón al maestro Toda. Con este sentimiento, compuso unos versos que dicen:
Recorrer el mundo
crear la historia
junto a mi mentor.
   Han pasado seis décadas desde que el presidente Toda le transfirió la posta del kosen-rufu mundial en Hokkaido. Con dedicación inalterable a cumplir su juramento de discípulo, mi esposo ha dado a conocer en todo el orbe nuestro movimiento Soka por la paz, la cultura y la educación.
   En la base del altar emplazado en el Salón de Oración de la nueva Sede del Gran Juramento del Kosen-rufu, hay piedras de 192 países y territorios. En ese recinto, se ha consagrado el Gohonzon que contiene las inscripciones “Para ser entronizado permanentemente en la Soka Gakkai” y “Para cumplir el gran juramento del kosen-rufu mediante la propagación benevolente de la gran Ley”. Me embarga la más profunda emoción cuando pienso que, en la época actual, el daimoku de nuestra familia Soka —que acude a orar ante este Gohonzon desde los rincones más cercanos y más remotos del mundo— está envolviendo el planeta día tras día.

   Hace poco, la señora Akemi Bailey-Haynie —nueva líder de la División Femenina de la SGI-USA— expresó estas maravillosas metas y determinaciones: “Debemos triunfar en nuestro hogar, en nuestra familia, en nuestro trabajo, en el ámbito de la comunidad y en la organización de la SGI”, y agregó: “¡Seremos un sol que ilumine todo lo que esté frente a nosotras!”.[2]
   La señora Bayley-Haynie es hija de padre afroamericano y de madre japonesa, sobreviviente del bombardeo atómico de Hiroshima, en 1945. Desde la infancia sufrió una enfermedad tras otra; además, durante mucho tiempo su ascendencia mixta la hizo sentirse aislada en cualquier grupo étnico donde se encontrara.
   Comenzó a practicar el budismo Nichiren tras los pasos de su madre, y enseguida pudo transformar de a uno todos sus problemas y dificultades, fiel al principio de convertir el veneno en remedio; con el tiempo, fue capaz de construir un hogar feliz y armonioso. Está convencida de que la paz comienza en el corazón del ser humano y se genera en la vida de cada individuo; inspirada en estos principios, ha elegido desarrollar su misión en el campo de la pedagogía humanística, en el cual, como Doctora en Educación, ha efectuado una loable contribución a la sociedad norteamericana.
   Para mi gran felicidad, la señora Bailey-Haynie está trabajando en espléndida unión con sus predecesoras —las exlíderes femeninas de la SGI-USA, aún muy activas— decidida a expandir nuestro movimiento jubiloso y a alentar a las jóvenes de la próxima generación.
   La vida está llena de dificultades y de escollos imprevisibles. A los drásticos cambios que experimenta la sociedad actual, deben sumársele diversos desastres naturales. Sin embargo, en El daimoku del Sutra del loto, un texto dirigido a una de sus seguidoras, Nichiren Daishonin escribe: “Myo significa ‘revivir’; es decir, volver a la vida”.[3] El Daishonin nos promete que, sean cuales fueren las circunstancias, las mujeres que entonamos Nam-myoho-renge-kyo podemos, sin falta, revivir la naturaleza de Buda en nosotras mismas y en la vida de los demás, y dar pruebas claras de lo que significa lograr la Budeidad en esta existencia.
   De acuerdo con esta enseñanza del Daishonin, las mujeres Soka del mundo están mostrando un hermoso renacimiento en su vida personal y en su situación social personal.
   A modo de admirable ejemplo, quiero mencionar a las miembros de las Filipinas, país que el año anterior fue arrasado por un destructivo tifón que causó todo clase de estragos. Nuestras compañeras, en torno a la directora general de la SGI de las Filipinas, Hisako Alcántara, se levantaron a trabajar después de la catástrofe y están colaborando sin flaquear en las tareas civiles de reconstrucción y de asistencia.

   A menudo, cuando los miembros le informan a mi esposo la lucha contra la enfermedad que ellos o sus familiares están librando, él les envía palabras de aliento y les hace llegar sus buenos deseos de recuperación citando diversos pasajes del Daishonin. Con frecuencia, menciona una frase del escrito Sobre la prolongación de la vida [dirigido a la monja laica Toki]: “Cuando oré por mi madre, ella no sólo revirtió su enfermedad sino que, además, pudo vivir otros cuatro años. Ahora usted también ha caído enferma, y, por ser mujer, es mucho más propicio aún que fortalezca su fe en el Sutra del loto y compruebe lo que este puede hacer por usted”.[4]
   Hace poco, él le hizo llegar el siguiente mensaje a una sincera miembro de la División Femenina e integrante del grupo de Señoras Jóvenes que estaba enfrentando con valor un grave problema de salud: “Como hasta ahora te has esforzado con tanta diligencia en la fe, estás experimentando el karma de la enfermedad de manera mucho más atenuada y, en verdad [aun en estas circunstancias] estás siendo protegida. Podrás revertir esta dolencia, sin falta. Ahora, para dar un paso decisivo hacia adelante, haz daimoku y ora por tu recuperación con mucha mayor intensidad aún. Mi esposa y yo también seguiremos orando por ti”.
   Ambos estamos siempre orando, más que nada, para que nuestros miembros de todo el mundo gocen de una vida sana y larga, y siempre estén seguros y a salvo.

   A la vez, nuestra mayor alegría es ver cómo está creciendo y desarrollándose de cara al futuro nuestra firme corriente de jóvenes valores humanos.
   En el capítulo “Jóvenes retoños” de “La nueva revolución humana”, mi esposo narra una anécdota referida a la actuación musical de un grupo de estudiantes de la Escuela Soka de Enseñanza Primaria de Tokio, en 1978. Tras una brillante y vivaz interpretación de piano, órgano, acordeón, xilofón y otros instrumentos, mi esposo —fundador de las escuelas—llamó a su lado a los estudiantes que habían tocado el triángulo en un rincón de la sala. Les pidió que le mostrarán cómo lo hacían, y luego les dijo: “Aunque a ustedes les corresponda tocar en el fondo del escenario, su instrumento es una parte fundamental del ensamble. No tienen por qué sentirse relegados o inferiores en comparación con los demás instrumentos [que están en primer plano].
   Resultó ser que, a poco de publicarse este material, el año pasado, una de las jóvenes intérpretes de triángulo le envió a mi esposo una carta de agradecimiento con su determinación renovada. Escribió lo siguiente: “Su aliento, en aquel preciso momento, infundió a mi vida un oleaje de nueva esperanza y vitalidad, en un período de gran abatimiento personal a causa de mi inseguridad y de mi torpeza. Saber que usted vino recordándome y velando por mí durante estos treinta y cinco años me colma de inmenso agradecimiento. Como responsable femenina de distrito, daré lo mejor de mí por la felicidad de mis compañeros y de mi vecindario”.
   Mi esposo recibió esta carta con gran satisfacción y le respondió: “Estoy feliz de saber que las cosas te han ido bien y orgulloso de saber que eres una responsable de distrito de la División Femenina. Te pido que cuides tu salud y que sigas avanzando serenamente, con la confianza de que todos tus esfuerzos basados en la fe serán la fuente de tu felicidad absoluta. Estoy orando por el bienestar y la dicha de tu familia”.
   Nuestras actividades de la SGI y los lazos que nos unen como miembros de la familia Soka son el epítome de la auténtica armonía humana; ellos representan un espacio de aprendizaje mutuo y de aliento recíproco entre pares, donde cada uno es reconocido como una persona única, valiosa e irreemplazable. Nuestros distritos y comunidades locales de la SGI, que constituyen la base de nuestras actividades, pueden verse como un sublime escenario donde todos entonamos una oda jubilosa a la vida e interpretamos, junto a otros, una melodía de paz y de felicidad.

Sé que, también en Europa, está difundiéndose y brindando gran esperanza la enseñanza budista de que cada individuo posee la naturaleza de Buda, un potencial de nobleza incomparable.
   La líder femenina de la SGI de Europa, Suzanne Pritchard, ha tenido oportunidad de dialogar con muchas personas, no solo de la organización sino también de la sociedad en general. Ella observa que, aunque los problemas de la gente son bastante diversos —de salud, económicos, de compatibilidad entre el trabajo y la crianza de los hijos, o de relaciones humanas entre colegas o vecinos—, en un nivel más profundo parece existir la tendencia común a dudar de que uno pueda realmente cambiar su vida mediante el esfuerzo personal. Al cabo de escuchar sinceramente las preocupaciones de los demás, ella les explica la filosofía budista sobre la revolución humana y les asegura afectuosamente que podrán transformar su vida.
   El budismo de Nichiren Daishonin es un manantial que nutre el desarrollo de nuestro infinito potencial interior. Es una filosofía de empoderamiento que nos brinda recursos para superar las dificultades y crear valor en la sociedad, mediante la fuerza de la fe. En Europa, en el continente americano, en Asia, Oceanía y África, cada vez surgen más y más personas que se inclinan a practicar y a estudiar esta filosofía de esperanza ilimitada.
   Este año, que marca el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, dediquémonos al diálogo con confianza y alegría, y transmitamos nuestras convicciones con determinación mucho más firme, para contribuir de esa manera a la paz.

   Y con respecto a las miembros de la División Juvenil Femenina, las sucesoras que abrirán el pórtico hacia el futuro del kosen-rufu mundial, mi más tierna esperanza es que en estos años de juventud, ahora que pueden dedicarse a las actividades de la SGI con total libertad, aprovechen para acumular una buena fortuna inagotable, que sea la base estable de su felicidad durante el resto de la vida.
   En cierta ocasión, mi esposo envió el siguiente mensaje a las líderes de la División Juvenil Femenina, que tan admirablemente se están esforzando en bien del kosen-rufu: “Por favor, sigan triunfando en la vida basadas en el daimoku; sigan engalanando de daimoku su vida”.
   ¡Entonemos siempre rítmicamente Nam-myoho-renge-kyo, “la mayor de todas las alegrías”,[5] y avancemos juntas en esta nueva era de las mujeres Soka, enfocadas en la victoria, la armonía y el optimismo, alentando con bondad a todos los que nos rodean y dando la bienvenida en nuestro movimiento a un amigo tras otro!

   Kaneko Ikeda
   Titular honoraria de la División Femenina de la SGI

NOTAS:
      1.  Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 1043.
      2.  World Tribune (Periódico de la SGI de los EEUU), 11 de octubre de 2013.
      3.  END, pág. 156.
      4.  Ib., pág. 1000.
      5. The Record of the Orally Transmitted Teachings (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), traducido por Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 2004, pág. 212.

MRS. KANEKO IKEDA’S MESSAGE TO THE WOMEN’S AND YOUNG WOMEN’S DIVISION

   To all my dear women’s division and young women’s division members around the world, thank you so much for your tireless efforts to advance kosen-rufu “day by day and month after month” (WND-1, 997).

   I receive inspiring letters from members throughout the world on a daily basis
reporting on the wonderful progress being made in our movement for kosen-rufu. In every region, together with the impressive growth of our successors in the youth division and future division, the dedicated and steadfast activities of you, the women’s division and young women’s division members, stand out with special brilliance. As a result, my husband has also lauded your dedication, stating that the new era of worldwide kosen-rufu is above all a new era of Soka women.

   I send you this message as an expression of my sincere gratitude for your incredibly noble efforts.

   First of all, I am happy to report that my husband continues to enjoy good health and busily devotes his days to working on The New Human Revolution and other writing projects, while warmly watching over the many members from throughout Japan and the world who visit the Soka Gakkai Headquarters complex in Shinanomachi each day.

   He has also been asked to write a yearlong series of articles for a group of five
regional newspapers in Hokkaido, the northern Japanese island where the Soka Gakkai’s first and second presidents, Tsunesaburo Makiguchi and Josei Toda, spent the early part of their youth.

   In the first installment (published in January this year), he recorded his memories of Atsuta, which he visited with Mr. Toda in 1954. At that time, Mr. Toda said to him: “Beyond this ocean are vast continents...” In that conversation, Mr. Toda entrusted my husband with forging a path around the world and creating solidarity for peace through the power of dialogue.

   No matter how time goes by, my husband continues to cherish Mr. Toda in his heart.
He composed the following poem:
Traveling the world
creating history
together with my mentor.

Six decades have passed since Mr. Toda handed him the baton for worldwide
kosen-rufu in Hokkaido. Steadfastly committed to fulfilling his vow to his mentor, my husband has spread the Soka movement for peace, culture, and education around the world.

   Today, our movement encompasses 192 countries and territories, and stones
collected from each one of them have been placed in the base of the altar in the main prayer hall of the newly completed Hall of the Great Vow for Kosen-rufu. Enshrined in the hall is the Gohonzon, bearing the inscriptions: “To Be Permanently Enshrined in the Soka Gakkai” and “For the Fulfillment of the Great Vow for Kosen-rufu through the Compassionate Propagation of the Great Law.” I am filled with deep emotion at the thought that the lion’s roar of members of the Soka family chanting before this Gohonzon envelops our planet day after day.

   Recently, sharing her goals and fresh determinations on being appointed SGI-USA women’s leader, Akemi Bailey-Haynie proclaimed: “We must win in our homes, in our families, in our jobs, within our community, and within the SGI organization... We will become the sun that illuminates everything we touch!” (1)

   Mrs. Bailey-Haynie is the daughter of an African American father and a Japanese mother who survived the atomic bombing of Hiroshima in 1945. From a young age, she suffered one illness after another, and also often felt disconnected because she didn’t fit into any ethnic group owing to her mixed heritage.

   After joining her mother in practicing Nichiren Buddhism, she steadily transformed each trial and obstacle she encountered, changing poison into medicine, and eventually succeeded in creating a happy and harmonious family. Out of the belief that peace starts from the human heart, from within the life of each individual, she has been dedicating herself to the field of humanistic education, earning a PhD along the way, and making outstanding contributions to American society.

   I was delighted to hear how she is taking the lead, in beautiful unity with her
women’s leader predecessors, to expand our joyful movement, while also encouraging the youth of the next generation.

   Life is filled with untold difficulties and struggles. Society continues to change
dramatically, and there is also the ever-present threat of natural disasters. However, in “The Daimoku of the Lotus Sutra,” a letter addressed to one of his female followers, Nichiren Daishonin writes: “Myo means to revive, that is, to return to life” (WND-1, 149).

   He promises that no matter what their circumstances, women who chant
Nam-myoho-renge-kyo can definitely revive the Buddha nature within their own lives and the lives of others, and show actual proof of attaining Buddhahood in this existence.
   In accord with this teaching of the Daishonin, Soka women around the world are splendidly actualizing renewal and revitalization in their lives and their communities.

   As one admirable example, members in the Philippines, where a powerful typhoon caused great destruction and devastation last year, continue to work together tirelessly with SGI-Philippines General Director Hisako Alcantara to support relief and reconstruction efforts following the disaster.

   Often when members report to my husband about their or one of their family members’ struggles with illness, he offers words of encouragement and good wishes for the person’s (1) recovery, citing various passages from the Daishonin’s writings. One passage he frequently quotes is from “On Prolonging One’s Life Span” [addressed to the lay nun Toki]: “When I prayed for my mother, not only was her illness cured, but her life was prolonged by four years. Now you too have fallen ill, and as a woman, it is all the more timely for you to establish steadfast faith in the Lotus Sutra and to see what it will do for you” (WND-1, 955).

   Recently, my husband sent the following message to a sincere women’s division and Young Mother’s Group member who has been courageously struggling with illness: “Because you have striven so diligently in faith until now, you are experiencing the karma of sickness in a much lighter form and are in fact being protected. You will definitely be able to overcome it. In order to make a breakthrough, please chant and pray with even stronger resolve. My wife and I will continue chanting for you, too.”

   My husband and I are always praying above all that our members everywhere will enjoy long, healthy lives and always be safe and secure.

   Nothing gives my husband and me greater joy than seeing a steady stream of young people growing and developing vibrantly into the future.

   In the chapter “Young Seedlings” (tentative translation) of The New Human
Revolution, my husband shares an episode related to a musical performance by students at the Tokyo Soka Elementary School in 1978. After a bright and lively instrumental performance on piano, organ, accordion, xylophone, and other instruments, my husband, the school’s founder, called to his side the students who had played the triangle in one corner of the room. After asking them to show him how to play the triangle, he went on to say to them: “Although you may be playing in a corner at the back, your instrument is important for the performance. There’s no need for you to feel small or left out, or to compare yourself unfavorably to those playing other instruments.”

   After this installment of The New Human Revolution was published last year, one of the triangle players wrote a letter to my husband expressing her appreciation and renewed determination. She said: “Your encouragement at that time brought a fresh surge of hope and energy into my life, especially since I had been feeling down because of my lack of ability and confidence. I am filled with deep gratitude knowing that you have been watching over me these past 35 years. I will do my best as a women’s division district leader to contribute to the welfare of my fellow members and the local community.”

   My husband was delighted to receive her letter and sent the following response: “I am so happy to hear you are doing well, and proud that you are striving as a women’s division district leader. Please take care of your health and keep forging ahead serenely, confident that all the efforts you make based on faith are a source of the greatest happiness. I am praying for your family’s happiness and well-being.”

   Our SGI activities and the bonds we share as members of the Soka family are the epitome of genuine human harmony, creating an environment where we can learn from and encourage one another as fellow human beings who are all equally precious and irreplaceable. Our SGI districts and local communities, which form the front lines of our activities for kosen-rufu, can be regarded as the wonderful stage upon which we each proudly sing a joyful ode to life and together perform the music of happiness and harmony.

   I have heard that, in Europe as well, the Buddhist teaching that the lives of all people are endowed with the supremely noble Buddha nature is imparting great hope.

   In her capacity as SGI-Europe Women’s leader, Suzanne Pritchard has had the opportunity to speak with many members and non-members. She notes that while people have different problems—some struggling with illness, financial hardship, balancing work and raising a family, or relationships with coworkers or neighbors, and the like—on a deeper level many of them seem to share a common tendency to doubt whether they really have the power to change their lives through their own efforts.
   Listening sincerely to each person’s concerns, she talks to them about the Buddhist philosophy of human revolution and warmly assures them that they can indeed change their lives.

   The Buddhism of Nichiren Daishonin is a wellspring for developing our infinite
inner potential. It is a philosophy of empowerment for winning over difficulties and creating value in society through the power of faith. In Europe, in the Americas, in Asia, in Oceania, and in Africa, we are seeing more and more people practicing and studying this great philosophy of infinite hope.

   This year, which marks the 100th anniversary of the start of World War I, let us joyfully and confidently engage in dialogue and share our convictions with an even stronger determination to contribute to peace.

   You, our young women’s division members, are destined to open the gateway to the future for worldwide kosen-rufu. As such, it is my dearest hope that during the time of your youth, when you can engage in SGI activities freely to your hearts’ content, you will accumulate immense good fortune that will serve as the foundation for your lifelong happiness.

   Encouraging young women’s division leaders making dedicated efforts for
kosen-rufu, my husband has said: “Please continue to lead triumphant lives based on daimoku, adorning your lives with daimoku.”

   As we continue to resonantly chant Nam-myoho-renge-kyo, the “greatest of all joys” (OTT, 212), let us warmly encourage all those around us and, welcoming one new friend after another to our movement, advance victoriously together into the new era of Soka women in harmony and good cheer!

Kaneko Ikeda
SGI Honorary Women’s Leader

(1)  World Tribune, October 11, 2013








FECHA: 31 de enero 2014
MEMO NO: ORG-004a
DISTRIBUIR A: Capítulo través de Líderes de capítulos, territorios, zonas y oficinas Territorios.
DE: Akemi Bailey-Haynie Líder de la SGI-USA División Mujeres, Arlen Vidal Líder Líder de la SGI-USA División Mujeres Jóvenes.

ASUNTO: Mensaje de la señora Kaneko Ikeda a la División Mujeres y a la División de Mujeres Jóvenes. (En Español y Coreano)

Por favor, adjuntamos el mensaje de la señora Kaneko Ikeda dirigido a la División Mujeres y la División Mujeres Jóvenes de la SGI USA.
¡¡Muchas Felicidades !!

Las animamos a compartir este maravilloso mensaje en las reuniones de diálogo o reuniones adecuadas durante todo el mes de febrero.

¡Muchas gracias!